viernes, 25 de diciembre de 2009

Holy Moses - Finished with the Dogs



“Pilares” tal vez suene exagerado, mejor digamos “influyentes”. Y es que lo son, Holy Moses no solo fue una de las primeras bandas alemanas de thrash metal sino que también fue una de las primeras en tener una vocalista femenina: Sabina Classen. De no ser por ella y otras féminas probablemente hoy no nos deleitaríamos con Angela Gossow… Pero bueno, eso es tema para otro día. Finished with the Dogs fue apenas su 2do disco y a pesar de que la producción no mantuvo a los instrumentos tan bien definidos como en Queen of Siam (álbum debut), la maquinaria thrasher no deja de sentirse. Así que aprovechando esta Nochebuena –momento en que escribo esto- los meteré de lleno en este discazo alemán. 


El título del álbum es la primera canción. Y ya desde ese primer riff enfermizo que se convierte en una sierra –como todo lo que esta por venir- empiezas a mover tu cabeza de adelante hacia atrás. Sonará trillado, pero cuando escuché este tema pensé que Sabina era un hombre… en fin, Uli –baterista- se la pasa haciendo redobles de miedo y unos ritmos velocísimos cuando Sabina y Andy repiten el estribillo. Todo pasa muy rápido, en menos de 3 minutos, pero sientes que es una eternidad, tanto así que te quedas con ganas de más cuando la canción termina. 

Current of Death es otra muestra de brutalidad, a excepción de esos coritos que gritan… bueno, todo se une para formar el tema ¿o no? Aquí viene el primer solo del álbum interpretado por Andy, breve pero bueno (hablo del solo de guitarra). Los coros vuelven y la canción avanza hasta acabar. Es interesante el parecido que tiene esta canción –en sonido- con los temas de Sodom en Agent Orange, específicamente con el tema Tired and Red.

Medio atontada suena la bateria de Uli en Criminal Assault pero uno no se da cuenta de eso con la combinación Andy/Sabina (guitarra/voz). ¡Otro solo! Igual de breve pero se aprecia más por 2 cosas: 1. Sabina recita unos versos muy sensualmente –aquí descubres que es una mujer- y 2. Andy se avienta otro par de solos aparentemente improvisados.

In the Slaughterhouse presenta los primeros tonos tenebrios del álbum y un mayor protagonismo de Andre y su bajo, muy a lo “Motörhead – Speedfreak” (donde el bajo de Lemmy nunca se pierde). Perfectamente ejecutados los ritmos que, junto al bajo, distorsionan y casi esconden el sonido de la guitarra, solo te fijas en ella por que la voz de Sabina la resalta. Y con la misma tenebrosidad que comienza, acaba.

Si el tema anterior tuvo un cierto sonido de miedo, el que viene, , Fortress of Desperation es el que te mete en la atmósfera perfecta de suspenso. Bajo y guitarra fusionados y un trasfondo misterioso junto a riffs que reflejan demencia y temor. Voces que susurran y rien, y una Sabina que canta acorde al ambiente que emana de los riffs de su esposo. Posiblemente el tema más lento del disco.

Volvemos a la caña. A los feroces ritmos y aserrados riffs. Six Fat Women adquiere un sonido casi tribal entre verso y verso gracias al trabajo de Uli en la bateria, gracias a los graves coros que pronuncian el título de la canción y gracias a los destellos de inspiración salidos de la guitarra de Andy. El protagonismo de Sabina es considerablemente menor aquí que en los temas previos, pero al menos así hay más espacio para la magnífica agresividad alemana.

Andre se vuelve a lucir en Corrored Dreams, un “bajeo” constante al principio que se hace menos evidente y a la vez siempre presente cuando el riff entra en acción. Pasan casi 2 minutos del tema sin una sola voz, solo una gran gama de expresiones guitarreras y baterías que hacen uso de todo su set. Finalmente entra Sabina justo a la mitad de la canción y todo se va al infierno (en buen sentido), Uli se acelera genialmente y vuelve a su doble pedal mas notoriamente que antes mientras Andy se luce. 

Life’s Destroyer nos hace volver al mundo del terror con esos susurros de Sabina muy a lo “Venom – Buried Alive”. Tiene tantos detalles para resaltar, como el riff en sí mismo, el modo en que recitan el título del tema, el solo de Andy y el ritmo que todo esto lleva, pues a la hora del enfermizo final del solo la batería pierde control… Y todo vuelve a quedar bajo el mando de Sabina. 

Rest in Pain es de lo mejor del álbum. Ese bajo/guitarra melancólico entre los primeros riffs y mientras el transcurso de la canción, siendo interrumpido solo por unos cuantos delicados versos de Sabina. Ahh pero no se confundan, la brutalidad de Sabina reaparece cuando menos se lo esperan y eleva esta canción a la categoría de auténtico thrash metal alemán. 

Military Service (algo muy amado por los alemanes) parece estar en la misma línea que Rest in Pain hasta que se marca bien donde comienza una y termina la otra. Hay más melodía por parte de Andy y lo que vuelve pesada a la canción es el bajo de Andre. La guitarra de Andy “desciende” para darle atmósfera al asunto y “asciende” para volver más épico el tema hacia el final con un gran solo que realza todas sus intenciones. 

Para acabar, una regrabación (re-record) de Roadcrew (de su primer álbum), pero titulada Road Crew -énfasis en el espacio entre cada palabra), cantada por Andy (en ambas versiones). Es en esta canción donde se nota la gran diferencia de producción. Primero, por que el bajo resuena más aquí y no la guitarra, como en la original. Segundo, tiene elementos añadidos como un “mini-mini-mini-solo” ejecutado por Andy antes de ponerse a cantar. También se pierden las voces durante los coros, aunque al menos esas líneas melódicas ya no estan, lo que sí esta son esos solos bien improvisados y un doble pedal al estilo de Dave Lombardo en Angel of Death al final del solo. Más alaridos y rabia mejoran la canción, por eso mi indecisión de qué versión es mejor. 

¿Fue o no fue un gran recorrido? Como sea, el trabajo hecho por esta banda aquí fue asombroso, tal vez no divino, pero asombroso sin duda. 

Track List:

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